domingo, 18 de noviembre de 2012

HISTORIA DE LA PSICOMOTRICIDAD

Desde la antigüedad se concibe al ser humano de modo dual, compuesto por dos partes: el cuerpo y el alma. Todavía en la actualidad, fundamentalmente por la influencia de las ideas de René Descartes, pensamos que el ser humano esquemáticamente está compuesto por dos entidades distintas: su realidad física por una parte, identificada claramente como el cuerpo, que posee las características de los elementos materiales (peso, volumen...) y por otra parte, una realidad que no consideramos directamente tangible y que se relaciona con la actividad del cerebro y el sistema nervioso a la que denominamos psique, psiquismo, alma o espíritu. Sus Orígenes fueron a principios del siglo XX el neurólogo Ernest Dupré puso de relieve las relaciones entre las anomalías neurológicas y psíquicas con las motrices. Este médico fue el primero en utilizar el término Psicomotricidad y en describir trastornos del desarrollo psicomotor como la debilidad motriz. Otro francés, Henri Wallon (psicólogo), remarcó la Psicomotricidad como la conexión entre lo psíquico y lo motriz. Planteó la importancia del movimiento para el desarrollo del psiquismo infantil y por tanto para la construcción de su esquema e imagen corporal. Sin Caer en reduccionismos, podemos afirmar que la psicomotricidad surge como una oposición y rechazo al dualismo metodológico de Descartes y a la concepción “cuerpo – instrumento” así como el enfoque mecanicista del movimiento ( Le Boulch, 1978). La psicomotricidad es una palabra de nuestro siglo para volver a designar esa interacción esa interacción mente – cuerpo, y cuyo hábeas de conocimiento es el movimiento humano pero desde un punto de vista funcional, no como “cuerpo- objeto” sino como cuerpo – sujeto”, en otras palabras el movimiento humano para educar.


DEFINICION:



La Psicomotricidad en tanto objeto de estudio abarca las relaciones entre la organización neurocerebral, la organización cognitiva y la organización expresiva de la acción, es decir, comprende la acción como un todo; siendo imposible imaginar su ejecución separada de su planificación.
La acción o motricidad humana solo pueden ser concebidas en Psicomotricidad cuando el componente motriz se interrelaciona dinámicamente con el componente emocional y con el componente cognitivo, en la medida en que es esa interacción neuropsicomotora la que le suministra y característica intrínseca y única en su totalidad evolutiva y de adaptación.


OBJETIVO DE LA PSICOMOTRICIDAD




Es el desarrollo de las posibilidades motrices, expresivas y creativas a partir del cuerpo, lo que lleva a centrar su actividad e investigación sobre el movimiento y el acto.
 
NIVELES

 

Nivel Tónico-emocional
En este nivel se pretenden desarrollar actividades que ayuden al niño a mejorar los cauces de relación consigo mismo y con los demás, utilizando los objetos, como un elemento importante de apoyo fundamental, siendo intermediario de la comunicación.
Trabajaremos la tensión, distensión y el diálogo tónico como base del intercambio comunicativo, tensiones, acuerdos y situaciones fusionales, para llevar luego a los niños a una distensión tónica y la consiguiente relajación y sensación de bienestar.
Los contenidos básicos de este nivel serán el tono y la emoción.
En este nivel es donde se desarrollan actitudes de escucha hacia uno mismo y los demás, comenzando a desarrollar respuestas ajustadas, favoreciendo la propia iniciativa de los niños y confianza en sí mismos, canalizando las frustraciones a través de diálogos tónico - emocionales, satisfactorios.
El placer comunicativo se pone en juego, favoreciendo todo tipo de comunicación: verbal y no verbal, potenciando el acercamiento a los otros, y el deseo de actuar, pudiendo llegar a ajustar situaciones de fusión con los demás.
Utilizaremos objetos blandos, cálidos, flexibles, envolventes, suaves, etc.


Nivel Sensorio-motor
En este nivel trabajamos el placer por percibir el movimiento del propio cuerpo y de madurar las conductas motrices y neuromotrices básicas. Se produce la evolución desde movimiento descontrolado hasta el gusto por el control.
Es la búsqueda de las posibilidades corporales, de sus límites, sensaciones, riesgos y desafíos en posturas y posiciones, tanto dinámicas (motilidad, movilidad) como estáticas. Son los procesos tónico posturales.
En este nivel, trabajaremos aspectos como:
• Sensaciones propioceptivas, a través de situaciones de tensión, relajación (cinestésicas), equilibrio, desequilibrio, reequilibración, laberíntico vestibulares.
• Posiciones estáticas y dinámicas (posturales).
En este nivel abordaremos el sistema postural (postura, posición, actitud), tono equilibrio y ejes; la conciencia corporal (esquema, imagen y concepto) y las grandes coordinaciones (giros, saltos, desplazamientos).
Los objetos a utilizar, son los que permiten realizar grandes movimientos (rodar, saltar, subir, bajar…); colchonetas de distintos grosores, módulos de goma espuma, pelotas grandes, cajas y telas (sólo sirven para arrastrar)
En este nivel podemos encontrar, bastante dependencia de los procesos tónico -emocionales.

Nivel perceptivo motórico

En este nivel, descubren el pacer del movimiento intencionado, con una funcionalidad, implica percibir el espacio exterior, proyectarlo internamente y saber moverse en él. Se van produciendo repeticiones al servicio de controlar la acción. Se necesita tener un cierto nivel de representación.
Trabajamos por tanto, el desarrollo del esquema corporal, los espacios (interior, postural, de relación) y tiempos (interno, rutinas, para acoplarlo al externo), las relaciones con los objetos, entre los propios objetos y en el plano, buscando sus características, acciones, reacciones y su localización, orientación y organización en el espacio y tiempo. Todo ello nos ayuda a:
• Interpretar los estímulos,
• Destacar unos estímulos de otros, seleccionándolos, discriminándolos, asociándolos e integrándolos.
• Organizar la acción y anticipar el tiempo de reacción entre otras cosas
En este nivel se va preparando el proceso de abstracción que da acceso a lo simbólico.
Los aspectos que se trabajan son las distintas percepciones (exteroceptivas, propioceptivas, e interoceptivas), su integración, asociaciones y las coordinaciones tanto global como segmentaria.
Podemos utilizar: objetos blandos y ligeros o rígidos con formas estables (picas, zancos…)


Nivel proyectivo simbólico
En este nivel, vamos a favorecer la aparición de la actividad mental específicamente humana (atención, lenguajes expresivos etc.), como resultado de todo el trabajo anterior (tónico emociona, sensorio motor y perceptivo motriz), es decir este nivel, surge de la actividad mental como resultado de la motora apoyada en la realidad.
Al quedar la información corporal automatizada, el niño/a va accediendo al nivel simbólico.
Progresivamente va formando imágenes mentales, siendo capaz de recrear las propiedades de las cosas, seres, objetos, y evocarlos, abriéndose al mundo exterior, dotándoles de distintos significados.
Va elaborando su mundo junto a otros, socializándose, creando proyectos en común, utilizando como herramientas los lenguajes.
En este nivel, se canaliza al máximo la comunicación del niño/a, valiéndose de la expresividad psicomotora.
Trabajaremos codificaciones, decodificaciones, imitaciones, praxias, ecopraxias, juegos de imitación, evocación, escenificación, de fantasía, reglados, rituales; utilizaremos elementos para construir espacios, objetos, dramatizar… (palos, telas, cojines, cajas…etc).
Resumiendo: estaríamos favoreciendo la evolución, desde las acciones con significados más sencillos hasta la recreación del juego simbólico, en toda su intensidad, que viene posibilitado por la conexión que el niño/a establece entre significado y significantes de objetos, seres y acciones diversas.


Nivel sígnico
En este nivel superior se desarrolla una relación arbitraria, entre los significados y los significantes. Los educadores, introducimos los signos de los diferentes lenguajes (musical, lógico matemático, plástico…) como una forma de comunicar, ideas, sentimientos, realidades etc.
En este nivel los signos no guardan ninguna relación analógica con la acción pero sin embargo la determinan.
Tenemos que tener en cuenta que muchas de las situaciones que se dan en la escuela, en la vida…, son de carácter sígnico, estamos rodeados de signos que los niños/as conocen y manejan.
En este nivel se produce una evolución, desde las situaciones simbólicas hacia las conceptuales.